Aprender estructuras de datos implica reconocer patrones, pero también identificar trampas habituales. Esta sección recoge fallas frecuentes que observamos en proyectos reales y ofrece consejos prácticos para evitarlas.
Cada subsección describe el error, sus consecuencias y alternativas seguras. Reconocerlos a tiempo evita retrabajo, bloqueos en producción y código difícil de mantener.
Usa estas notas como checklist antes de cerrar una implementación.
Es tentador elegir arrays o listas para cada problema porque son familiares. Sin embargo, esta costumbre ignora requisitos claves (orden, prioridades, acceso por rango). Resultado: operaciones que deberían ser O(log n) terminan siendo O(n) y el sistema no escala.
Muchos fallos provienen de suponer que todas las operaciones son baratas. Insertar en el frente de un array dinámico o reordenar listas enormes puede saturar el CPU. La solución es medir y tener claros los costos amortizados.
Elegir una estructura sin considerar si es contigua, enlazada o dispersa puede originar cuellos de botella en caché o un uso excesivo de RAM. Ejemplo: listas enlazadas con millones de nodos dispersos generan fallos constantes de TLB y latencias impredecibles.
Antes de implementar, asegúrate de conocer el flujo de acceso y perfilar con herramientas como perf o Visual Studio Diagnostics para ver cómo se comporta en memoria.
Reinventar pilas, colas o tablas hash introduce errores sutiles (desbordes, fuga de memoria, falta de rehash). Las bibliotecas estándar están optimizadas y probadas. Solo implementa desde cero si necesitas una característica inexistente y dispones de tiempo para mantenerla.
PriorityQueue, Deque o ConcurrentDictionary en lugar de combinaciones improvisadas.Las estructuras brillan en promedio, pero sus peores casos pueden derribar servicios. Ejemplos clásicos: tablas hash con colisiones masivas por usar claves mal distribuidas, árboles binarios degenerados por insertar datos ordenados, o colas que nunca se vacían.