El modelo de prototipos se apoya en una secuencia de etapas iterativas que convierten ideas poco definidas en un producto aceptado por los usuarios. Cada fase tiene objetivos y entregables claros que alimentan la siguiente ronda de validación.
El proceso comienza identificando las funcionalidades esenciales que el prototipo debe demostrar. Se priorizan los escenarios de uso más críticos, las reglas de negocio impostergables y las restricciones tecnológicas que condicionan la experiencia. El objetivo no es documentar todo el sistema, sino crear una visión compartida sobre lo que se validará en la primera iteración.
Con las prioridades definidas se construye una versión simplificada del sistema. Dependiendo del contexto se eligen herramientas de prototipado rápido, plantillas reutilizables o incluso lenguajes de scripting que aceleren la entrega. El foco está en la velocidad y en representar las ideas clave, no en la robustez del código.
Los usuarios prueban el prototipo y brindan retroalimentación cualitativa y cuantitativa. Se observan comportamientos, se analizan preguntas recurrentes y se registran las ideas que surgen al experimentar con la propuesta. Esta fase produce evidencia para confirmar o descartar supuestos antes de avanzar.
Con la información recolectada se ajusta el prototipo o se crea uno nuevo que incorpore los cambios acordados. Este ciclo se repite las veces que sea necesario hasta que el equipo y los interesados consideren que la experiencia refleja adecuadamente las necesidades reales.
Una vez validado el prototipo, el equipo construye el sistema definitivo basándose en el conocimiento adquirido. Se redactan requisitos detallados, se elige la arquitectura final y se planifican fases de implementación y pruebas más formales. En este punto el proyecto puede adoptar un enfoque tradicional o continuar iterando con entregas incrementales.
Estas etapas convierten el modelo de prototipos en una herramienta eficaz para explorar soluciones en dominios inciertos y alinear expectativas antes de invertir en el desarrollo completo.