La forma de estimar esfuerzo y plazos depende fuertemente del proceso de desarrollo. Las metodologías definidas afectan la unidad de medida, la frecuencia de revisión y los mecanismos de seguimiento.
Modelos predictivos estiman al inicio todo el proyecto: se descompone por fases (análisis, diseño, desarrollo, pruebas) y se asignan horas por rol. Esto requiere conocer bien el alcance y tener experiencia previa en proyectos similares.
En marcos iterativos, las estimaciones son incrementales: cada sprint incluye sesiones de refinamiento y se ajusta según lo aprendido. Esta flexibilidad permite incorporar cambios sin rehacer el plan completo, pero requiere disciplina para mantener la transparencia con los stakeholders.
Los story points expresan esfuerzo relativo. Beneficios:
Es importante recalcar que los puntos no se traducen directamente a horas. Se usan como herramienta de pronóstico basada en datos históricos del equipo.
Cuando se trabaja en cascada, los contratos y cronogramas exigen horas o días específicos. Consejos para mejorar la precisión:
Este enfoque facilita la negociación con proveedores y auditores, pero dificulta absorber cambios frecuentes.
En metodologías ágiles:
En enfoques predictivos:
Elegir una metodología implica definir cómo se informará el progreso, qué tolerancia hay a los cambios y qué tan rápido se detectan desviaciones.