La capa de enlace de datos actúa como intermediaria entre los medios físicos y las funciones de red. Proporciona encapsulación en tramas, control de errores básicos y un esquema de direccionamiento local para que los nodos compartan el mismo enlace sin interferencias.
Sus responsabilidades se suelen dividir en dos subcapas: LLC (Logical Link Control), que normaliza los servicios ofrecidos a capa 3, y MAC (Media Access Control), encargada del acceso al medio y de aplicar las reglas específicas de cada tecnología.
Un mensaje que llega desde la capa de red se encapsula en una estructura llamada trama. Aunque cada estándar define su propio formato, la mayoría de las tramas incluyen los siguientes campos:
El control de errores en capa 2 se concentra en la detección, no en la corrección. Si se identifica un error mediante el CRC, la trama se descarta y dependerá de capas superiores (por ejemplo TCP) solicitar la retransmisión. Aun así, se aplican mecanismos complementarios:
La eficiencia de una red depende de la correcta dimensión de sus tramas. Por ejemplo, las tramas jumbo en redes corporativas reducen la sobrecarga cuando se transfieren archivos grandes, mientras que en entornos con latencia alta conviene usar tramas más cortas para disminuir el impacto de los errores.
Cada interfaz de red física posee una dirección MAC (Media Access Control) única de 48 bits administrada por el IEEE. Los primeros 24 bits identifican al fabricante (OUI) y los restantes se asignan de forma secuencial. Este identificador permite que los dispositivos distingan si una trama les pertenece.
Los switches usan las direcciones MAC para construir tablas de conmutación:
Este comportamiento reduce el tráfico de difusión y segmenta la red en dominios de colisión independientes, lo que mejora la capacidad total. Además, los switches modernos aplican seguridad de puerto (port security) que limita cuántas MAC pueden registrarse en un mismo enlace, mitigando ataques como MAC flooding.
Tres tecnologías representan las aplicaciones más comunes de la capa de enlace:
Pese a sus diferencias, las tres tecnologías comparten objetivos: encapsular datos, arbitrar el acceso al medio y garantizar que cada trama llegue intacta al siguiente salto. Comprender sus particularidades ayuda a elegir la opción adecuada según distancia, movilidad, seguridad y presupuesto.